Creo que ha llegado el momento de dejar atrás mis tonterías, llevo muchísimo tiempo necesitando hablar contigo, necesitando contarte qué es lo que siento, contarte qué es lo que quiero desde hace bastante tiempo pero que lo he ocultado detrás de ésta máscara de dura y sin sentimientos, demasiado orgullosa y sin ganas de querer ni de ser querida. Siento que te quiero, ¡claro que lo hago porque eres mi mejor amigo! Llevamos juntos mucho tiempo, pero cada vez que me miras y me sonríes, cada vez que me tocas o cada vez que me abrazas, no siento lo mismo que antes, ahora me entran esos escalofríos tontos, esas cosas que jamás había sentido antes... ¡Sí! Quiero estar contigo, pero me tienes que jurar que pase lo que pase entre nosotros jamás perderemos la amistad que tenemos. Que jamás dejarás de ser ése amigo tan importante para mí, ése amigo que me escucha... Te quiero ¿sabes? Y siempre lo haré.

Levántate de un salto de la cama y sonríe. Hoy el cielo está despejado y consigue que tus dudas también lo estén. ¡Hoy es día de aprender a volver a cometer el mismo error cientas de veces! A superar tus miedos y poco a poco, sabes que lo conseguirás, confía en tí y piensa que lo vas a conseguir ¿Vale? Quedarte pensando a altas horas de la madrugada siempre se te dio de lujo, aunque tengas el corazón destrozado, pero siempre puedes unir las piezas que se hayan roto. ¿Sabes qué? Vas a sonreír, vas a hacerlo, pase lo que te pase ¿Queda claro? Canta, ríe, baila, sonríe y nunca pierdas nada que no sea la vergüenza. Y recuerda que, cuando dicen que el día comienza cuando te levantas de la cama, y hoy vas a demostrar que, sin príncipe puedes reinar perfectamente, sea la hora que sea, sólo tienes que empezar por levantarte de la cama y sonreír.

Estoy loca, me comporto como una cría, grito, juego, me miran, se ríen, me critican; ¿Y qué? Soy feliz ¡que es lo que realmente importa! Disfruto de la vida si es lo que necesito, me apoyo en las personas que es lo que me hace más fuerte. Lo demás no importa, no vale, es algo insignificante, buscan mi punto débil, es inútil, siempre fallan, son críticas y hay que aceptarlas, pero no tengo por qué dejarme llevar por ellas. Si me critican ¡que me critiquen! Si me miran ¡que me miren! Si me juzgan ¡que me juzguen! Hay que tener la necesidad de pensar de vez en cuando en uno mismo para conseguir el equilibrio personal. La necesidad de hacerte valer, para que los demás te valoren, de tener la valentía de mostrar tus sentimientos sin juzgar y sin miedo a ser juzgado. De defender cómo de verdad es uno por encima de lo que piensen los demás, la necesidad de ser simplemente feliz sin dar explicaciones a nadie, sean cuales sean las consecuencias. Así que ¡si sabes lo que vales busca lo que te mereces!

- A la de tres vamos corriendo en busca de la felicidad ¿vale?
+ ¡De acuerdo!
- Pero sígueme ¿eh?
+ Siempre lo hago.
- Me tienes que prometer que vas a correr conmigo hasta que encuentres la felicidad y no me vas a dejar como un estúpido corriendo solo.
+ Te lo prometo.
- ¿En serio lo vas a cumplir?
+ ¡Claro! Una, dos.... ¡TRES!
- Eh, pero ¿por qué me abrazas?
+ Porque la acabo de encontrar.

Todos queramos que no sacamos un carácter diferente con cada persona.Finges divertirte, modificas un poco tu forma de ser para amoldarla a la del otro, exageramos como somos. Y eso lo hacemos porque no estamos realmente seguros con nosotros mismos, porque cuando podrías estar pensando que tú eres perfecto tal y como has venido, pensamos que otras personas son mejores que nosotros. ¡Pero eso siempre lo va a haber! Siempre va a haber alguien que corra más que tú pero que sonría menos, habrá alguien que corra más lento y que no pare de sonreír a cada segundo. Pero tienes que pensar que eres la única persona en el mundo, que nadie como tú puede correr tanto para buscar la felicidad o que nadie puede lograr sacar una sonrisa más grande que la tuya. Piensa que nadie puede hacerte sentir mal por ser como eres, porque tú eres así y no puedes seguir ocultándolo. Así que ¡Sonríe! ¡Eres especial!