jueves, 28 de julio de 2011

Estoy loca, me comporto como una cría, grito, juego, me miran, se ríen, me critican; ¿Y qué? Soy feliz ¡que es lo que realmente importa! Disfruto de la vida si es lo que necesito, me apoyo en las personas que es lo que me hace más fuerte. Lo demás no importa, no vale, es algo insignificante, buscan mi punto débil, es inútil, siempre fallan, son críticas y hay que aceptarlas, pero no tengo por qué dejarme llevar por ellas. Si me critican ¡que me critiquen! Si me miran ¡que me miren! Si me juzgan ¡que me juzguen! Hay que tener la necesidad de pensar de vez en cuando en uno mismo para conseguir el equilibrio personal. La necesidad de hacerte valer, para que los demás te valoren, de tener la valentía de mostrar tus sentimientos sin juzgar y sin miedo a ser juzgado. De defender cómo de verdad es uno por encima de lo que piensen los demás, la necesidad de ser simplemente feliz sin dar explicaciones a nadie, sean cuales sean las consecuencias. Así que ¡si sabes lo que vales busca lo que te mereces!

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